La contabilidad es esencial para la organización y transparencia financiera tanto en el sector público como en el privado. En España, dos marcos normativos principales regulan estas prácticas: el Plan General de Contabilidad Pública (PGCP) y el Plan General de Contabilidad (PGC).
Las entidades de derecho público cuya contabilidad depende del PGCP contienen un elemento financiero cuyo homólogo privado no contiene de manera obligatoria: El presupuesto.
El presupuesto es el conjunto de los derechos (ingresos) y obligaciones (gastos) a liquidar durante el ejercicio por cada uno de los órganos y entidades que forman parte del sector público estatal que contablemente exige la elaboración de un “Estado de liquidación de presupuesto de ingresos y gastos” que obliga a la imputación contable de nuevos principios.
El PGCP contiene dos clases de principios contables:
Estos principios son similares a los del PGC sin diferencias a destacar más que el principio de gestión continuada se corresponde con el principio de empresa en funcionamiento del PGC.
La distinción entre los principios del PGC y PGCP se basan principalmente en la creación de dos principios presupuestario. Mientras que los principios contables se centran en ofrecer una visión fiel y completa de la situación económica y patrimonial de una entidad a través del funcionamiento de sus EEFF, los principios presupuestarios añaden información sobre el funcionamiento del Estado de liquidación presupuestaria. Comprender estas diferencias es esencial para una adecuada aplicación y cumplimiento de las normativas contables correspondientes, garantizando así una gestión financiera eficiente y responsable.